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...Y en el comienzo era la oscuridad... (Parte II)

Lacan responde a esta pregunta diciendo que el objeto se presenta de entrada en una búsqueda del objeto perdido, el objeto es siempre el objeto vuelto a encontrar perdido.

Cuando Raúl era pequeño, pedía que su madre dejara la luz encendida para conciliar el sueño…tenía miedo a la oscuridad…¿Nadie se dio cuenta de ello? Podemos pensar esa oscuridad como la falta de corte en el intervalo entre el S1 y el S2, falta de escansión entre ambos significantes, es decir, como una holofrase entre ambos significantes sin llegar a hablar de una estructura psicótica.
 
¿Qué de la relación al objeto está aquí en juego?
 
Lacan responde a esta pregunta diciendo que el objeto se presenta de entrada en una búsqueda del objeto perdido, el objeto es siempre el objeto vuelto a encontrar perdido. Dicho encuentro es con lo real, de reciprocidad imaginaria. La identificación con el objeto está en el fondo de toda relación con él. Al objeto primero, objeto materno se lo rememora sin modificación, de manera que la marca del estilo de ese objeto primero seguirá en el objeto.
 
La dialéctica de un análisis irá en torno de un objeto mayor, el falo.
 
Lacan se aleja de Balint en cuanto a la formulación que sostiene la relación en función al signo, para hacer su  propia conceptualización en torno al significante.
 
El niño se identifica con una imagen investida desde el exterior, proveniente del ideal del yo de la madre, marcada por el intercambio simbólico, categorizada por el lenguaje.
 
“El Otro como metáfora del rasgo unario, lugar de todos los unos que se suceden, cuya metonimia es el sujeto mismo…”, al decir de Lacan.
 
El Otro está representado por la Madre como lugarteniente, sede del lenguaje que ofrecerá al niño para proporcionarle acceso a la vocalización, al fonema… El fonema acoplado a otro fonema es el significante con la posibilidad de Nombrar, simbolizar y salir de la oscuridad de dicha relación. Así, aunque recordemos, el lenguaje siempre va a estar anudado a lo real.
 
El sujeto, a partir de la imagen en el espejo, es el sujeto de la demanda; el sujeto que pide y ¿qué quiere?, ¿qué quiere el Otro?, ¿qué me quiere?, ¿qué quieren que quiera para que desde allí quiera?
 
A través de esta imagen el niño quedará capturado en el deseo de la madre (-fi), origen de la angustia y de la fobia.
 
El sujeto se constituye por la falta-en-ser, lugar metafórico del Padre, soporte de la fobia de Juanito, motivo de consulta de tantos niños que padecen alguna fobia ( a partir del A, relación de reciprocidad imaginaria). El problema de Juanito como el de Raúl, no es alejarse de la madre, sino que tal vez, siempre tenga que volver a ella.

 

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