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La formación del profesorado y su actualización permanente es fundamental para poder atender adecuadamente a la diversidad del alumnado de forma individualizada y adecuada.
C. Coordinación con los servicios sanitarios.
En el caso de los alumnos que utilizan prótesis auditivas o tienen un implante coclear, es importante la coordinación con los servicios sanitarios que realizan las órdenes y seguimiento audiológico del alumno con la finalidad de seguir las recomendaciones de los especialistas en el entrenamiento auditivo e informar a éstos de los progresos en la comunicación y en el lenguaje expresivo y comprensivo. La información bidireccional contribuirá positivamente en la atención educativa y sanitaria del alumnado.
EVALUACION PARA ALUMNOS CON NECESIDADES ESPECIALES POR DEFICIT AUDITIVO.
El alumno con deficiencia auditiva tiene necesidades compartidas con el resto de sus compañeros, que son relativas a su desarrollo cognitivo, motórico, afectivo y social, a las que se debe dar respuesta, esto significa que la propuesta educativa para los sordos siempre ha de tener como marco el currículo ordinario, con los mismos objetivos generales para el resto de los alumnos, y no un currículo paralelo basado sólo en el aprendizaje de la lengua oral. Si se reflexiona que el alumno sordo recibe la información fundamentalmente por la vía visual, se considera un aspecto notable a la hora de evaluar al alumnado con deficiencia auditiva sin olvidar por que todos los niños con déficit auditivo no son iguales y que entre éstos la diferencia es alta.
Los alumnos sordos pueden acceder a los mismos aprendizajes que el resto de sus compañeros de su edad, siempre y cuando se facilite el acceso a dichos aprendizajes mediante materiales específicos creados para tal fin. También es necesario que el profesor dentro del aula modifique su metodología, actitud, y expectativas hacia los alumnos con esta deficiencia. Ya que una educación satisfactoria para la mayoría de los sordos debe prepararles para convivir y desarrollarse en dos realidades sociales que para ellos son complementarias: la realidad de la sociedad de los oyentes y la realidad de la comunidad de sordos.
Respecto al qué y cuándo evaluar en líneas generales, se evalúa la adquisición de las competencias, capacidades y actitudes siendo este no un aprendizaje memorístico, los avances del alumnos en relación con los niveles de logro planteados para él, en respuesta a sus necesidades educativas especiales y no en relación al avance del resto del grupo, observando como se expresa e interactúa, la capacidad de descripción, de estructuración, el registro se realizará dentro y fuera del aula. En la evaluación con alumnos las necesidades especiales no se deben limitar a realizar una evaluación sumativa de entrada y salida, ya que es básico dar más importancia a las evaluaciones de proceso, que permiten reajustar la respuesta educativa de las necesidades del alumno, en el momento oportuno.
Es necesario tener en cuenta que los escolares sordos requieren de ciertas adecuaciones de acceso como de comunicación, en el desarrollo cotidiano del trabajo del aula como de evaluación. Entre dichas adaptaciones se encuentran los ambientes que se deben tener en cuenta. Una ubicación preferencial en el aula a fin de facilitar la lectura - labio - facial del alumno sordo además de una buena iluminación que ayude la percepción visual.
Toma de conciencia de la necesidad de hacer más visible la comunicación en el aula por medio del uso de gestos, señalamientos y ayuda visuales para el aprendizaje. Uso de técnicas orales y técnicas gestuales como alfabeto manual, lenguaje de señas, expresión de consignas durante la evaluación y el desarrollo de los aprendizajes.
CONCLUSION
La formación del profesorado y su actualización permanente es fundamental para poder atender adecuadamente a la diversidad del alumnado de forma individualizada y adecuada. En la actualidad se sabe que esta formación es insuficiente y no garantiza la calidad de la atención a los alumnos con necesidades educativas especiales (NEE).
Se detectan además problemas de actitud negativa de una parte del profesorado hacia los alumnos con NEE, debido a que veces hay un total desconocimiento de la realidad de estos alumnos, y otras al mayor esfuerzo y trabajo que requiere la atención a estos alumnos. Existen numerosos profesores que realizan un trabajo admirable y de entrega a su labor de integración, dedicando tiempo y esfuerzo en integrar a los alumnos con necesidades educativas especiales. Muchos han pretendido ver el grupo de niños con deficiencia auditiva como algo bastante homogéneo, sin embargo, existen muchos subgrupos dentro del grupo general, es decir, hay una gran variabilidad individual.
Esas deferencias que se observan en los sordos son carencias de muchas circunstancias como pueden ser, el grado de pérdida, el tipo de sordera, el lugar donde se localiza la lesión, si los padres son sordos o no, características personales del niño. El estudio de este déficit está ligado a muchas disciplinas, esto hace que se interprete de un modo distinto.
Tradicionalmente ha sido la medicina la pionera en el estudio de deficiencia auditiva, se ha puesto el énfasis en el déficit, entendiéndolo que la diferencia entre una persona sorda y una que no lo es, se basa casi exclusivamente en que la persona sorda tiene una audición deficiente, de esta forma se han preocupado principalmente de estudiar las causas, el grado, los tipos, y su misión ha sido de rehabilitación.
Referencias
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